¿Por qué consideramos el acoso escolar o "bullying" una situación que provoca que un menor se encuentre en riesgo social?
El “bullying” se puede definir como el proceso en
el que un niño está expuesto de forma repetida a agresiones físicas, verbales o
simbólicas que lleva a cabo una o varias personas del grupo de iguales, desde
una relación de desequilibrio de poder donde la víctima se encuentra indefensa.
No debemos olvidar un nuevo modelo de acoso escolar que está cogiendo cada vez
más fuerza en los últimos años, el “cyberacoso”, el acoso escolar a compañeros
mediante las redes sociales.
Este tipo de violencia entre iguales tiene repercusiones negativas
en el bienestar tanto físico como emocional de los menores, las agresiones físicas,
los insultos y las humillaciones además de dejar marcas visibles en el cuerpo
también dejan otras invisibles como una baja autoestima, retraimiento social,
aislamiento social, miedos… Afectando de esta manera a su desarrollo, observándose
consecuencias tales como la disminución en el rendimiento académico o problemas
de salud mental como depresiones. Un estudio publicado en “The Lancet Psychiatry" ha llegado a la
conclusión que las víctimas de acoso escolar son más susceptibles de padecer
problemas de salud mental al llegar al final de la adolescencia que las
personas maltratas por adultos.
Por lo tanto podemos concluir diciendo que el acoso escolar
provoca que un menor se encuentre en riesgo porque en esta situación se dan
circunstancias sociales carenciales para el correcto desarrollo de la infancia.
Puedo
hablar en primera persona de esta situación ya que durante algunos años fui víctima
de acoso escolar. En mi casa explicaba que tenía peleas con mis compañeros o
que se metían conmigo, pero nunca llegué a explicar cómo me sentía en clase, ni
cómo aquella situación estaba afectando a mi forma de verme a mí misma. Yo me
consideraba una persona fuerte así que intentaba tirar para adelante yo sola,
pero muchas veces no podía.
Esto
marco bastante mi forma de ser en los años siguientes a la escuela, me volví
una persona que tenía mucho miedo a que le hicieran daño, y que se volvía muy
dependiente de las personas que le importaban porque tenía miedo a perderlas,
me volví bastante insegura y aunque por fuera parecía lo contrario tenía una
autoestima bastante baja. Además me convertí en alguien bastante temperamental,
que enseguida se enfadaba y ponía una coraza para que nadie pasara. Pero tuve
la suerte de tener unos padres y más tarde una pareja que me ayudaron en todo
momento y que poco a poco fueron haciendo que me diera cuenta del valor que
realmente tenía, de todo lo que había conseguido yo sola y que me demostraron
que cerca tenía personas a las que le importaba, que me querían, que no iba a
estar sola.
Aún
así unos años después del colegio volví a encontrarme a mis compañeros, y
aquello que pensé que ya no me afectaría más volvió a salir aquel día, volviéndome
a hacer pequeñita de nuevo, pero solo por unos momentos. No me iba a dejar
pisar más.
Como
podemos ver esta situación afecta a muchos niños, empezando por mí. Para ser
más exactos algo más de 1 de cada 3
estudiantes de entre 13 y 15 años en todo el mundo sufren actos de acoso escolar según el informe “Ocultos
a plena luz” elaborado por Unicef en el año 2014. http://www.unicef.org/ecuador/ocultos_a_plena_luz.pdf
Pienso que excepto en aquellos casos más
graves y macabros expuestos en los medios de comunicación este es un fenómeno
que no está siendo abordado ni reconocido conforme su gravedad. Que este dato
que debe provocarnos consternación no se quede en una simple estadística.
Pero los medios de comunicación no solo aportan cosas negativas,
en Internet podemos encontrar diferentes vídeos de jóvenes explicando su
experiencia de acoso escolar para dar apoyo a otros niños y jóvenes, y también
diferentes campañas para detener el acoso escolar, como la que muestro en el siguiente link realizada por el grupo televisivo mediaset: "Por una escuela sin acoso ni violencia" https://www.youtube.com/watch?v=Ay3YyZnvHdo.
O la campaña héroes anti-bullying, la cuál utiliza las redes sociales como twitter y facebook para llegar a la mayor población posible.
No nos
quedemos callados, si somos testigos de una situación de violencia denunciémosla,
sino seremos cómplices de esta. Tolerancia 0 con el bullying.
Me gustaría acabar esta entrada con una frase de Martin Luther King: No
me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena”. No nos quedemos indiferentes,
actuemos.